Aumento glúteos con la propia grasa.   “Lo Nuevo”   

La técnica que se ha utilizado durante muchos años en el mundo es la de inyección de la propia grasa del paciente, pero la cantidad de muertes causadas por depositar en los músculos ha aumentado recientemente, especialmente en los Estados Unidos. Hace muchos años nos dimos cuenta que los pacientes estabán en riesgo y ese peligro debía minimizarse durante la cirugía. Para ello, inventamos un equipo cuya función es expandir la grasa con el gas natural del organismo que circula en nuestra sangre, es decir, sin riesgo de contaminación. Es una máquina que produce lo que normalmente elabora el cuerpo. Es como una esponja que se usa para recibir nuestros injertos. Sin este tipo de preparación del organismo receptor la cirugía en si es muy traumática lo que puede causar sangrado, hematomas y la pérdida de grasa. Por eso, para mejorar los resultados, desarrollamos este método hace 4 años, y ahora se usa en 30 países alrededor del mundo y lo fabricamos en Argentina.

¿Por qué es peligrosa la inyección de grasa?

La técnica de obtener grasa en una liposucción y usarla luego para el aumento glúteo, depositando en los músculos, hizo que que la tasa de mortalidad sea anormalmente alta, una paciente de cada 3000 operadas, es la cifra más alarmante de cirugía estética.

La causa de la muerte es una embolia ocasionada por la entrada de grasa en la circulación venosa relacionada también con la lesión de la vena glútea. En la autopsia de cada paciente fallecida, se observó grasa en los músculos, pero no en el plano subcutáneo. Por lo tanto, el grupo de trabajo sobre esta cirugía, concluyó que la grasa no debería estar presente en los músculos. La grasa solo debe colocarse en el tejido subcutáneo, por encima de los músculos, esta técnica no debe seguir usándose en los quirófanos. Si el resultado deseado puede requerir otro procedimiento, hay que ver las expectativas del paciente y analizar la posibilidad del uso de esta máquina que desarrollamos y que con mucha satisfacción podemos decir que se está utilizando en el mundo o, si el cirujano no la tiene a mano, optar entonces por prótesis glúteas.

¿Como hacen los cirujanos para decir «no» a sus pacientes?

Quienes buscan cambios muy grandes, por lo general son aquellos con una condición psicológica llamada, “Trastorno dismórfico corporal” o fobia a la deformidad que no la tienen. Son pacientes que nunca van a estar satisfechos con los resultados, y hay que saber reconocerlos en consultorio para decir «no» y orientarlos a una terapia con psicólogos.

Lo que siempre suelo decir a mis pacientes es «Cuando te mirás al espejo y ves que te molesta algo, querés disimular o cubrir o usar ropa más grande cuando te vas a la playa, es cuando necesitás hacer algo». Pero, hacelo por vos, para aumentar tu autoestima, nunca te operes porque otra persona te dijo que algo no está bien en tu cuerpo si vos lo ves bien. Después de operar en casi 40 países distintos, de los más 100 que visité exponiendo en congresos por el mundo, aprendí que la belleza cambia alrededor del planeta. En Nigeria, venían pacientes con glúteos descomunales que solicitaban más cola, porque allá es un distintivo de la fecundidad, cuanto más grande, más probabilidades tienen de casarse y tener éxito en la vida, sin embargo,  en Japón por ejemplo, u otros países del oriente, es totalmente lo contrario. La belleza depende del paradigma de quien la percibe.

¿Vino a Paraguay alguna vez?

Por supuesto, varias veces, tengo amigos y colegas en Paraguay, compañeros de facultad. Es más, soy correntino, lo que me hace casi paraguayo, como lo mismo, disfruto del clima y escucho algo semejante a lo que escuchan ustedes. Me encantan las guaranias y las polkas y guardo un gran afecto al pueblo paraguayo.