BÓTOX, LA OCTAVA MARAVILLA
Autor: Dr. Alexis Gallagher.
Cirujano Plástico.
Página web: www.cirujanoplastico.com.py Blog: www.cirugiaplastica.top
Desde inicios del siglo 21, el BÓTOX (Toxina Botulínica), se convirtió en la corona de los procedimientos estéticos en todo el mundo. Hoy simplemente es parte de nuestras vidas y no solo llegó para quedarse, sino que cada día se perfecciona más para cuidar de nuestra belleza y ponerle un stop al tiempo y el envejecimiento.
¿Quién descubrió el Botox?
La toxina botulínica tipo A es la inyección más común de Botox, fue aprobada por la FDA en 1989 para su uso por oftalmólogos para tratar trastornos de espasmo ocular. El Dr. Alan Scott fue la primera persona en estudiar el efecto de la toxina botulínica tipo A en los seres humanos. Después, los derechos de distribución de la toxina botulínica A fueron comprados por una compañía farmacéutica llamada Allergan, que comenzó a vender el medicamento como un tratamiento para enfermedades oculares.
¿Cuándo se utilizó por primera vez con fines estéticos?
Pasó un tiempo después de su patente para que se considerara para uso cosmético. En 1987, el oculista canadiense Jean Carruthers estaba tratando a un paciente con toxina botulínica A por espasmos oculares cuando el paciente pidió que le trataran la frente con el fármaco. El oftalmólogo quedó confundido hasta que la mujer le explicado que le daba a su frente una apariencia más suave. Pasado un tiempo, alguien explicado esta maravilla a un dermatólogo, quien estaba fascinado como una alternativa a los tratamientos dolorosos e ineficaces para las arrugas que eran populares a principios del siglo XX. El dermatólogo probó su teoría sobre la toxina con su recepcionista y, después de ver sus resultados positivos, se dispusieron a compartir su descubrimiento con la comunidad científica.
Botox moderno
Aunque los pacientes tardaron algún tiempo en confiar en este uso poco convencional del Botox, es ahora uno de los procedimientos cosméticos más populares y aunque todo el mundo crea que la toxina botulínica borra las arrugas, lo cierto es que atenúa las contracciones musculares, logrando con esto que las arrugas o se disimulen o desaparezcan, dependiendo de varios factores, entre ellos que tan pronunciado se encuentra. Desde su descubrimiento para usos cosméticos en 1987, el Botox se ha utilizado en innumerables ocasiones no solo para suavizar el rostro, sino también para remodelar diferentes partes de la cara y otros tratamientos como la sudoración excesiva. La toxina botulínica tipo A fue aprobada por la FDA en 1989 y ahora se usa con fines médicos y cosméticos.